- Mejora la apariencia exterior: La primera impresión es fundamental. Asegúrate de que el exterior de tu casa esté bien cuidado y atractivo. Pinta la fachada si es necesario, arregla el jardín, limpia las entradas y reemplaza cualquier elemento dañado, como puertas o ventanas.
- Despersonaliza y despeja los espacios: Los compradores deben poder visualizarse viviendo en tu casa, por lo tanto, es importante que elimines objetos personales y reduzcas el desorden. Despeja los mostradores, guarda los objetos personales y considera una capa de pintura neutral si los colores actuales son muy llamativos.
- Haz reparaciones menores: Realiza las reparaciones menores necesarias antes de mostrar la casa. Arregla grifos que gotean, reemplaza bombillas fundidas, repara puertas que chirrían y soluciona cualquier problema de fontanería o electricidad. Estas pequeñas mejoras pueden marcar la diferencia en la percepción del comprador.
- Realiza una limpieza profunda: Asegúrate de que la casa esté impecablemente limpia. Limpia las ventanas, aspira y friega los pisos, quita el polvo de todas las superficies y limpia los baños y la cocina a fondo. Una casa limpia da una sensación de bienestar y puede influir positivamente en la decisión de compra.
- Fotografías de calidad: Las fotografías de calidad son esenciales para atraer a los compradores. Considera resaltar los aspectos más atractivos de tu casa. Las buenas fotos pueden despertar el interés y aumentar las posibilidades de visitas.
- Promociona online y offline: Utiliza diferentes estrategias de marketing para llegar a un público más amplio. Es primordial llegar al público adecuado.
- Colabora con un agente inmobiliario: Un agente inmobiliario con experiencia es de gran ayuda durante todo el proceso de venta. Pueden asesorarte sobre el precio adecuado, promocionar tu casa, coordinar las visitas y negociar con los posibles compradores.
- Presta atención al olor: El olor de una casa puede influir significativamente en la percepción de los compradores. Asegúrate de que tu casa huela limpio y fresco. Evita olores fuertes, como el humo del tabaco, las mascotas o la comida, ya que pueden resultar desagradables para algunos compradores. Abre las ventanas para ventilar la casa antes de las visitas y considera utilizar ambientadores sutiles o velas aromáticas de olores neutros y agradables. También puedes optar por hornear galletas o pan antes de una visita, ya que el olor a horneado puede crear una sensación acogedora y atractiva.
- Opta por una decoración neutra y minimalista: Al preparar tu casa para la venta, es importante que la decoración sea atractiva y agradable para la mayoría de los compradores. Opta por una paleta de colores neutra en las paredes y elige muebles y accesorios que sean simples y de estilo atemporal. Evita estilos decorativos muy personales o excesivamente llamativos, ya que pueden dificultar que los compradores se imaginen viviendo en el espacio. El objetivo es crear un ambiente fresco y acogedor que permita a los compradores visualizar fácilmente su propio estilo y decoración en la casa.